Buscando soluciones para planear un poco las comidas y compras semanales me encontré con esta idea en varios blogs y me gustó tanto que la acabo de llevar a cabo.
Basta con comprar las frutas y verduras que quieras incluir en tu batido, cortarlas en trozos pequeños (muy pequeños si tu licuadora o batidora no es muy potente) y congelar los trozos en bolsas individuales. La parte líquida (agua, té, café, leche, yogur, etc) puedes añadirla en el momento de batir el smoothie.
Yo no tengo mucho espacio en el congelador por lo que no puedo planear zumos más allá de una semana, pero si tuviera un congelador extra no dudaba en hacer una bolsita para cada día del mes.
Ya no hay excusa para no tomar fruta y verdura, ¡así es mucho más fácil!
Si además haces de varios sabores y para diferentes momentos del día (después de hacer ejercicio, para el desayuno, para cenar, etc) mucho mejor.