Cerramos capítulos y os enseño como es mi rutina especial relajante… ¿Sabéis ese típico domingo o día entre semana libre que queréis haceros un ritual de belleza sin salir de casa? Pues de eso os vengo a hablar hoy. Tras rutinas anteriores, de maquillaje, pelo e incluso las diarias de mañana y noche, hoy me lanzo a mostraros mi rutina de desconexión donde mascarillas, baños y velas son más que bienvenidas.
El primer paso de esta rutina es, por su puesto, hacer un buen tratamiento de limpieza en la piel, que en mi caso, sería como el que me hago por la noche. Pero además añadiría un exfoliante y mascarilla.
Como exfoliante favorito tengo el Skin Delight con olor a regaliz de Sensilis, una maravilla hecha exfoliante que deja la piel limpia, suave y huele de maravilla. Después me aplicaría una sesión de multimasking mientras voy llenando la bañera (tenéis mis mascarillas favoritas en este post).
Mientras la bañera se va llenando, me aplico una mascarilla prelavado en la raíz del cuello cabelludo exfoliante. En casa tengo la de Deliplus pero ahora se han puesto muy de moda y L’oreal tiene la suya propia (por lo que no os será difícil encontrar una si así lo queréis). Según dicen, la mascarilla exfoliante es un buen tratamiento para hacerlo entre semanas ya que purifica la raíz y permite que desaparezcan problemas como grasa, caspa, etc. Después de hablar de esto no tan agradable para un blog de moda y lifestyle paso a otra cosa que hago mientras lleno la bañera, darme en el cuerpo con un cepillo en seco, con la famosa técnica del dry brushing que tiene muchos beneficios y que la descubrí hace poco e intento ponerla en práctica también cada día antes de la ducha.
Después, busco unas sales que echar en el agua o alguna espuma de baño. Siempre me gusta tener en casa alguna bomba de Lush y si esto no es posible ya que Lush fue cerrado en mi ciudad, uso alguna de Primor, como las de la línea de Zoella que suelen tener en las tiendas más grandes.
Ya con el agua bien calentita aprovecho para coger una vela, encenderla y buscar una lista de reproducción de música en el iPhone. Llega el momento de la relajación total y del desgaste calórico, y es que amigas, según un estudio reciente, darse un baño de agua caliente puede quemar hasta 300 calorías. Sin comentarios. Se acabaron las lamentaciones de aquel día que no puedes ir al gym.
Tras salir del momento relajante del baño, me ducho, me lavo el pelo como de costumbre y me aplico mi mascarilla pero la dejo actuar algo más de tiempo, incluso a veces, la mezclo con aceites esenciales como el de coco.
Ya una vez fuera de la ducha me aplico una buena hidratante. Aquí no suelo ser muy fiel a ninguna y voy variando según lo que me apetezca, aunque en líneas generales, prefiero las que son ligeras a las muy densas, especialmente en verano. Entre mis favoritas se encuentran las de &other stories, Garnier o la de aceite de oliva de Deliplus (must donde los haya).
Hasta aquí mi rutina «especial» relajante de desconexión y quema calorías. ¿Se parece a la vuestra? ¡Decidme!