Viendo estas dos fotos puede que os pensáis que toda mi casa es mint, pero no. Es cierto que tengo muchas cositas de este color pero en pequeñas cantidades, de modo que este tono es como un pequeño punto de unión y se mezcla con otros tonos más neutros.
Todo empezó con unas sillas que pintamos hace 3 años (no me he apuntado ahora a la moda aunque tampoco pasaría nada, la verdad). En un principio la gente no veía claro el tema de las sillas en este color tan «raro» pero cuando las vieron terminadas, oh la la!! a todo el mundo le encantaron.
Desde las sillas hasta el día de hoy, la familia mint de nuestra casa ha ido creciendo: mis tarjetas de visita, la kitchenaid, accesorios de cocina, una chaqueta biker, algún cojín y hasta un mueble que acabamos de terminar de pintar y que veis en la foto de arriba.
Seguimos adquiriendo cosas mint aunque tendremos que parar. De momento, ya os digo que está en su justa medida en la casa (o eso espero).
Si te gusta este color te enseño algunas cosas que compraría en este tono.
Cestas de metal de Carolyn Donnelly: estoy muy obsesionada con el mint pero también con las cosas metálicas así que esto es un 2×1 en toda regla. Cajas de Primark: unas cajitas muy monas con forma de libro para guardar cosas. Silla de Ikea: una bonita silla para dar alegría a un despacho. Toallas de H&M Home: super cuquis, me encantan. Cesta de Zara Home: un accesorio algo menos nórdico para otro tipo de hogares.
En el siguiente capítulo: rosa neón en decoración.